viernes, 11 de julio de 2014
Adicto
Era adicto a sustancias que no comprendía, a olores que no se esperaba, a amores que no conocía. Era de esas personas que sabía que si en el vino estaba la verdad en el tequila estaría el cielo. Era adicto a sus propios recuerdos y a su vanidad. Era adicto a las lagrimas que enturbiaban sus ojos cuando la recordaba. Era adicto al alcohol y la cocaína. Era una sombra en un mundo cambiante. Era una cuchilla de afeitar en una bañera roja. Era otro suicida más en una ciudad impasible. Pero por encima de todo era mi amigo y como tal le quise, le amé profundamente. Que descanses en paz amigo, héroe de Rock&Roll.
sábado, 30 de noviembre de 2013
Loco
¿Sabes que es lo más extraño de todo? Que ni siquiera sé si estás aquí de verdad o solo eres un delirio. ¿Estás aquí? ¿Te estoy viendo de verdad? ¿Me habré enamorado de verdad de mi autocomplacencia? ¿Dónde estás? Cuando la idea de saltar por el balcón se torna razonable es que algo no va bien. ¿Dónde estás? Es tan fuerte la rabia que siento por dentro de no tenerte que me consumo. Me he vuelto loco de pena. Te odio. Te quiero. Y aún sigues aquí, mirándome, en el espejo, recordándome que fui un cabrón. Eres todas y ninguna.
jueves, 23 de agosto de 2012
Ausente
Me distancié un segundo de mi mismo para amarte y cuando volví ya no me reconocí. Era otra persona, frente al espejo, frente al mundo, era distinto. Y te amaba, con toda mi alma, mientras me consumía, en silencio, escuchando tus pasos al dejarme.
sábado, 13 de agosto de 2011
domingo, 24 de julio de 2011
Mi habitación está nevada, palpitante de caricias y metralla de tus contínuas explosiones. La nocturnidad prohibida nos servía de alimento en noches estivales al abrazo sibilino de las calles más oscuras. En tus ojos, a veces brillantes, se dejaba ver la profundidad del tiempo que hacía derramar alguna traicionera lágrima de vez en cuando. Con el corazón cerrado en un puño me aferraba a tu desventura que, por ser uno, se convertía en apéndice nuestra. En la calurosa noche las bombas seguían cayendo y en mi habitación las ruinas comenzaban a sepultarte.
miércoles, 29 de junio de 2011
Eudemonía utópica

Felicidad endorfínica, translucida, fugaz. Un soplo de aire fresco en una noche densa de verano... una mirada al infinito. Siento como si de un momento a otro fueras a llamar al timbre y volvieras a mi corazón de nuevo, como si el esapacio-tiempo no fuera con nosotros. La felicidad química va desapareciendo y mi cerebro va ahogando lentamente tu recuerdo. Hasta la próxima sesión... hasta volver a ver tus ojos verdes, en el cielo, vigilantes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)