
Es casi como una arcada. Como si de repente apagasen las luces y ya no hubiera nada que ver, como si la duda se sumiera en desencanto ficticio. Es plausible comprender que tu onírico recuerdo aún me perturbe pero lo que no es comprensible es la volubilidad de tu comportamiento, miento. Miento para sentirme mejor, para dar sentido a algo inerte, para no tener que vagabundear y poder resguardarme de la tormenta esquiva de tus ojos. Ven y siéntate a mi lado compartamos el instante, mañana no creo que quede nada de todo esto, solo ruinas. Los restos de las ruinas servirán para construir el muro que me aleje de ti, de tu pícara sonrisa y tu tierna juventud adolescente. Por mucho que me mires a los ojos y creas comprenderme jamás podrás saber lo que hay al otro lado, quien se encuentra al otro lado de los muros que conforman mi silencio.
5 comentarios:
Lo podías haber redactao mejor. Melocotón.
Como siempre tiene tu rollito de poesía prosada que nadie entiende. Luego te quejas de que no te comentan.
Besitos!
No me suelo quejar de mis comentarios. En cuanto a la redacción supongo que sí que podría haberlo hecho mejor.
Pues yo sí te he escuchao quejate un montonazo.
Si tu lo dices... No seré yo el que ponga en duda la palabra de un aragán greñudo que hace de la horizontalidad su forma de vida, libreme Dios!!
Uuuuh! :P
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