domingo, 13 de febrero de 2011

El error copernicano

14:35 p.m. El reloj del cuarto muestra el mensaje y yo abro los ojos. Mi boca se ha convertido en seca piedra, hirviente y rígida. La cabeza me estalla. Dios Santo, es un dolor espantoso -pienso para mí mientras levanto la vista al techo. ¡Que espanto! Una figura cadavérica me mira fijamente desde el techo, de nuevo me visitan mis fantasmas, de nuevo viene a por mí la muerte. Me levanto de la cama ignorándola. Ya se marchará -me digo a mi mismo en voz alta. En el contestador hay una luz palpitante que me estremece, hay un mensaje, probablemente de ella, de Lina. Aprieto el botón para escuchar la grabación temiéndome el último estoque certero que me derrumbe. "Gregorio... lo siento... lo siento mucho... perdóname...". El mensaje entre lágrimas de Lina me aterraba. Tras varias llamadas a las que no respondió decidí vestirme e ir en su busca. Fui hasta su nuevo apartamento, la puerta estaba abierta, el teléfono descolgado, ella blanca en el suelo y sobre el techo la misma cadavérica figura que me perseguía. Copérnico cometió un error, el mundo no giraba alrededor del sol, mi mundo giraba a su alrededor y en ese instante se paró, sobre el suelo del apartamento la fría e inerte Lina se desvanecía. Mi pequeña Lina...

3 comentarios:

Granados dijo...

Magnifico relato Pep

Antonio Guillén dijo...

Un cierre brutal, si señor. Quizás le falte un poco de luz a todo esto, ¿no?

Cuidate!

Toni dijo...

Viva Hank Rafael Moody !