sábado, 9 de abril de 2011

La nada

Me encuentro situado bajo los pies de mi propia decadencia, justo debajo. Hay un silencio que estremece y empiezo a sentir escalofrios. Pronto llegarán sus burlas que como cuchillas me irán desgarrando, me irán haciendo mella. Desgarrarán mi alma a pedazos y me consumiré entre lágrimas intentando olvidarlo. No soy ningún misterio, sólo soy otro judío errante más al que se le prometió la tierra pero se le condenó a la nada. A la nada infinita. Condenado a vivir muerto.

1 comentario:

Granados dijo...

Genial como siempre Pepe.
P.D Luego soy yo el cortavenas que escucha a Nacho Vegas